domingo, 27 de enero de 2013

Para una gran amiga.


No sueñes tu vida vive tu sueño” (Anónimo)

Caminar por la acera flanqueada de edificios en los que aún se oye el lamento de la ausente naturaleza que agoniza y oír el sonido estridente de los vehículos al circular ¡cuán ruidoso y molesto! La eterna pugna de los buenos que ahogan sus penas en algún rincón, la miserable victoria de los malos que ríen ajenos al juicio que el mundo les tiene preparado. El miedo, el deber y la moral, la responsabilidad, los anhelos perdidos, lo real… cadenas, nada más… La vida, mi vida, tu vida… Alegrarse, amar, un amigo, una amiga, el instante  tras la tormenta que te hace llorar de felicidad, una bella canción, unas líneas dedicadas...  El ojo que sueña cuando el racional se cierra y nos permite vivir experiencias únicas que a la vez son eternas, los pequeños momentos que nos aferran  al drama vital, a la mundanal obra, a la estrofa hermosa... Lo que debe ser la vida, lo que debe ser mi vida, lo que deberías hacer de tu vida… Qué es pues la vida, si ayer, el cielo que se cubría de triste gris, en majestuoso azul se torna hoy, qué es pues la vida, si el viento que azotaba ayer con destructiva violencia los árboles, hoy los acaricia con benevolencia, qué es pues la vida sino incierto período fugaz que troca en camino y lleva a un lugar desconocido, qué es el amor o cómo vemos la amistad sino como un período fugaz que troca en camino con final perdido. Osar definir la vida es perderse y osar vivirla es el modo de hallarla.

Entonces, ¿qué somos tú (lector) y yo sino dos gotas de rocío en la inmensidad de un mar sin saber adónde vamos ni con quien hemos de topar...? qué más da quienes seamos tú y yo, piénsalo, qué más da, si al soñar nos encontramos y veo tus ojos llenos de vitalidad y una entrañable sonrisa que pareciera hurtada de la misma felicidad, qué más da si podemos romper juntos las cadenas de lo real y ayudarnos mutuamente para ir más allá de una  odiosa realidad que nos arrebata cada ilusión, cada deseo, cada sueño, cada momento, cada trocito de alegría tan laboriosamente logrado… Solo en la gente que amamos podemos encontrar la verdadera vida, la que soñamos, y esas personas se hallan por ahí, perdidas, sin guía, tal cual nos vemos nosotros, y cuando una de ellas aparece, hemos de regalarle, no una, sino todas y cada una de nuestras sonrisas porque en ellas viviremos y en ellas, por fin, seremos. Así que espero verte, antes o después, pero verte sonreír porque eres feliz, porque te gusta la vida que estás viviendo, pues así la has soñado, y, por supuesto, espero ver de esos ojos brotar hermosas lágrimas, porque llorar es sentir, y sentir amar, y amar, vivir.
EL JOVENCITO HABLADOR

2 comentarios:

MC dijo...

No me puede gustar más: "El ojo que sueña cuando el racional se cierra y nos permite vivir experiencias únicas que a la vez son eternas, los pequeños momentos que nos aferran al drama vital, a la mundanal obra, a la estrofa hermosa... Lo que debe ser la vida, lo que debe ser mi vida, lo que deberías hacer de tu vida…" :D

El jovencito hablador dijo...

Me alegro mucho, gracias por leerme.

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