domingo, 14 de octubre de 2012

Lo que somos, nuestra España.


“Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.”  (Voltaire)

Extraña esencia posee la naturaleza, de un lado muestrase sublime y hermosa, con rostro paisajístico que bien podría denominarse paraíso, y tres pasos más allá, es capaz de enseñar un lugar tenebroso y pútrido, capaz de provocar naúseas y pavor a todo aquel que se adentra en ella. Unos días la ves serena como el mar un soleado día de verano: azul, cálido y apacible; y otros, es un torrente de furia desbocada que arremete sin mesura contra todo lo que ella misma ha creado, como un tornado enfurecido que acomete desmesurado y desatado, arrasando todo lo que halla a su paso. Esta esencia irracional que posee la Naturaleza, vive también en nosotros aunque intentemos racionalizarlo todo, así, entramos en una contienda eterna cuyos abanderados son la razón y la pasión, una lucha que guía cada una de nuestras decisiones sean del tipo que sean. Por suerte, los humanos somos seres racionales, esto es, los únicos que se rigen por la razón, o al menos eso creía yo hasta que vi la verdadera realidad en nuestra sociedad. Nuestra ilustre España se jacta de ser un país inteligente, con sentido común, tolerante, libre, bondadoso… Y yo cuando veo las últimas manifestaciones, que recordemos son un derecho del ciudadano, solo observo auténticas batallas campales, guerras de sinrazón, luchas de irracionalidad, contiendas entre ciudadanos que crean cuerpos para protegerse y ciudadanos que pertenecen a esos cuerpos, formados para proteger a ciudadanos contra los que acometen. Lo que me lleva a una conclusión que hila perfectamente con todo lo que vengo diciendo: muchos humanos sin cerebro son libertinos, destructivos, provocan el caos e insultan, por lo que, para ellos, hemos de crear grupos que impongan el orden, pero como dentro de los cuerpos del orden también hay gente descerebrada lo que se provoca es desorden y libertinaje y, a la vez, imposición y tiranía, conductas desagradables, corrupción y mal por doquier; a pesar de todo esto, seguimos pensando, los que pensamos, como ilusos, que somos una España libre, ordenada, tolerante y disciplinada cuando la irónica realidad es que los ciudadanos con cerebro estamos atados con grilletes de acero a unas normas sociales que ni siquiera nosotros elegimos, creyendo que eso nos hace disciplinados cuando la certeza es que las normas se rompen día a día, no siendo, pues, una sociedad libre y disciplinada sino una sociedad libertina y desvergonzada.
EL JOVENCITO HABLADOR

1 comentario:

Miss Coco dijo...

Totalmente cierto... esto es un caos. Ahora que la sociedad es "más democrática" que nunca, miro a mi alrededor y no creo que haya tanta diferencia con el pasado. Se hacen cosas muy similares, pero tal vez esos sucesos estén más encubiertos. Hoy una amiga me contaba que hubo una violación en las fiestas de mi pueblo, la reacción de la policía fue la de ocultar el suceso para proteger la imagen de las mismas...
No creo que tengamos ni idea de como están las cosas y los que sabemos algo no tenemos muchos medios para cambiarlo, aunque nos hagan creer lo contrario...
¿qué podemos hacer?... no lo sé...

Publicar un comentario