viernes, 30 de noviembre de 2012

De un gran amigo a su madre.


“¡Oh capitana, mi capitana!”

“No tiene el mundo flor en la tierra alguna, ni el mar en ninguna bahía perla tal, como un niño en el regazo de su madre.” Oscar Wilde.

  Dicen por ahí que es mi virtud el escribir, y yo digo que es mi placer escribirte, no con la pretensión de cambiar nada, ni con el vano anhelo de cobrar las ganancias de obras vacías y de palabras erradas; más bien, uso esta cualidad cuando mi corazón escoge el momento y me habla susurrando… Así, Nacen, pues, palabras bellas que voy escribiendo.

  Construyo hoy el pasado sobre el presente, entre líneas inspiradas, recordando a quien pertenece ese día, esta semana, este mes… 11 de Diciembre, nada de día de algún escritor, rey o famoso conquistador, día de mi capitana, mi inspiración en esta vida compleja, dificultosa y azarosa. Mi capitana, quien me dio la vida y aun hoy sigue dándomela.

  Ella no sucumbió ni sucumbe a la dura batalla del día a día donde muchos caen, ella, con su familia por bandera y su amor como himno, vence un escollo tras otro, avanza y ríe, a pesar del dolor; camina hermosa en la noche y más bella en la mañana. Ella nunca pierde la fe, nunca se detiene, nunca se deja vencer por el desaliento, nunca deja de creer en sus palabras y aunque el viento le sople en contra, continúa embelleciéndolo todo con sus versos. 

  Levántate con la aurora capitana, recuerda cada instante, cada momento de tu vida y siéntete feliz porque lo que tu has hecho por mi ya es digno de elogio y alabanza; has hecho de esta vida algo maravilloso, gracias… hoy te regalo mi mes, mi 11, mis letras… Pronto será tu 11 de Diciembre… Felicidades ¡Oh capitana, mi capitana!

Alejandro Gómez Román

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